TRAS LA HUELLA DE JUAN

4ª Etapa: O Soldón – A Pobra do Brollón

La cuarta jornada del Camino de Invierno arranca bajo la imponente estructura del viaducto que cruza el Sil. Poco después, atravesamos el puente sobre el río Soldón y tomamos un tramo de la N-120 que conviene recorrer con precaución hasta desviarnos hacia la aldea de Sequeiros. A partir de aquí, el ambiente se vuelve más tranquilo y rural.

El camino continúa hacia Os Novais, desde donde un sendero de tierra nos conduce a un lugar cargado de historia: la torre o castillo de Novais. Construido entre los siglos X y XIII, se alza en una posición estratégica y fue propiedad de la Orden de San Juan de Jerusalén. Desde allí, una bajada suave y agradable nos lleva hasta la villa de Quiroga, cruzando el encantador puente medieval de Ponte Pedriña, que nos conecta con siglos de historia bajo nuestros pies.

A la salida de Quiroga, un pequeño despiste nos lleva a cruzar el puente sobre el Sil en dirección a San Clodio, desde donde retomamos el camino oficial más adelante. Ya de nuevo en ruta, seguimos por la LU-933, y poco antes del desvío hacia Nocedo, abandonamos el asfalto para afrontar un prolongado ascenso: unos 6 kilómetros de subida constante en los que ganamos más de 300 metros de desnivel. Aquí, tras días caminando junto al río Sil, nos despedimos definitivamente de su compañía.

La subida continúa por una pista forestal, rodeada de vegetación densa, hasta alcanzar la carretera LU-P-5005. Allí seguimos de frente por un sendero que mantiene la pendiente ascendente durante un último tramo, hasta llegar al collado que marca el punto más alto del día. A partir de ahí comienza una bajada suave y muy grata por un espeso bosque de pinos, castaños y helechos, donde reina la sombra y el silencio.

Tras un tramo cómodo, llegamos a una pista más ancha donde se encuentra la Capilla de los Remedios, del siglo XVII. Es un lugar perfecto para hacer una pausa, respirar profundo y disfrutar de la paz del entorno.

Seguimos descendiendo, ahora acompañados por el río Lor, cuyas aguas bajan rápidas entre los montes de la sierra del Courel. El sendero nos lleva al pequeño núcleo de O Carballo de Lor, donde el murmullo del agua y el verdor de los árboles nos recuerdan que estamos en el corazón de Galicia.

Más adelante alcanzamos el puente medieval de A Ponte, sobre el río Lor. Al cruzarlo, nos enfrentamos a una última subida exigente que conduce hasta O Castro. Desde allí, el tramo final hacia Castroncelos se hace más llevadero.

Finalmente, llegamos a A Pobra do Brollón, una pequeña villa gallega que combina su carácter rural con una vida local discreta pero acogedora. Aquí es momento de relajarse, pasear por su núcleo urbano, visitar su iglesia o simplemente dejar que las piernas descansen. A estas alturas del camino, el cansancio empieza a hacerse notar, pero también la satisfacción de seguir avanzando por una de las rutas más auténticas del Camino de Santiago.