TRAS LA HUELLA DE JUAN
Camino de Santiago de Invierno
El Camino de Invierno es una variante menos transitada pero profundamente enriquecedora del Camino de Santiago, que ofrece una ruta alternativa al tradicional Camino Francés para evitar los duros pasos de montaña en invierno. Además dicen que es el camino más gallego de todos por pasar por las cuatro provincias gallegas.
3ª Etapa: O Barco de Valdeorras – O Soldón
Esta etapa abandona definitivamente el entorno urbano de Valdeorras para internarse en la Galicia rural más auténtica. El trazado avanza paralelo al río Sil durante buena parte del recorrido, pasando por pequeñas aldeas como Vilamartín de Valdeorras, Arcos, A Rúa y Montefurado, con bellos paisajes de montaña, viñedos y zonas boscosas.
El peregrino se adentra poco a poco en un terreno más montañoso y tranquilo, donde la presencia del Sil sigue marcando el camino, pero los núcleos urbanos son más dispersos. El tramo final exige un mayor esfuerzo físico, con subidas pronunciadas hasta llegar a O Soldón, una pequeña aldea tranquila ideal para descansar en un entorno rural.
🧱 Ficha técnica
| Ubicación | Distancia | Duración Estimada | Desnivel |
|---|---|---|---|
|
36,38 kms. |
09:30 horas |
659 mts. |
| Dificultad | Tipo de Ruta | Señalización | Descargar GPX |
|---|---|---|---|
|
Difícil |
Lineal |
Buena |
📸 Disfruta con las fotos 📸
📄 Descripción 📄
🥾 3ª Etapa: O Barco de Valdeorras – O Soldón 🥾
Esta tercera jornada del Camino de Invierno abandona el entorno urbano de Valdeorras para adentrarse en paisajes más rurales y auténticos, donde el río Sil y las montañas serán compañía constante.
La etapa comienza cruzando el puente peatonal de San Fernando sobre el río Sil, dejando atrás O Barco. A medida que avanzamos, el asfalto da paso a caminos más tranquilos que nos conducen a Arcos, un pequeño núcleo donde ya se respira el ambiente rural de la comarca.
Desde allí, seguimos por un carril asfaltado que discurre encajado entre el río Sil y la vía del tren, a la izquierda, y la carretera N-120, a la derecha. El paisaje se abre en un tramo agradable junto a la ribera hasta alcanzar el paseo fluvial de O Bañadoiro, puerta de entrada a Vilamartín de Valdeorras, situado en el corazón de la comarca.
A la salida de Vilamartín, el trazado continúa entre el río y las vías del tren, flanqueando el embalse de Santiago o de Valencia do Sil, cuya lámina de agua alargada y tranquila acompaña durante varios kilómetros. Pronto llegamos a A Rúa de Valdeorras, donde merece la pena hacer una pausa para contemplar la iglesia de San Esteban y algunas muestras de arquitectura tradicional del valle.
Dejando A Rúa atrás, nos internamos en caminos de tierra, viñedos en bancales y pequeñas aldeas, con el Sil siempre cerca. Pasamos por Os Albaredos, donde cruzamos el umbral entre las provincias de Ourense y Lugo, entrando en la segunda provincia gallega del Camino. Comienza aquí un tramo de subida constante —unos 7 km— que nos lleva hasta Montefurado.
Antes de llegar, el sendero ofrece vistas al legendario túnel romano del Sil, una impresionante obra de ingeniería de la época imperial, destinada a desviar el curso del río para facilitar la extracción de oro. Aunque se encuentra algo alejado del trazado oficial, sigue siendo uno de los grandes tesoros del Camino de Invierno.
En Montefurado, tras cruzar el pueblo y su iglesia de San Miguel, iniciamos una nueva subida, acompañados por la belleza del paisaje: campos de olivares, higueras y nogales, y el Sil como telón de fondo. Unos kilómetros más adelante, llegamos a la singular Capela das Farrapas, así llamada porque los peregrinos debían dejar aquí sus “farrapos” o harapos, como símbolo de renovación.
A continuación, tras pasar Bendilló, con su iglesia y cementerio, se inicia un fuerte y serpenteante descenso, con tramos de piedra suelta que pondrán a prueba las rodillas. Las vistas desde aquí son espléndidas, pero el esfuerzo no ha terminado: justo cuando parece que nos queda solo bajar, el camino nos desvía por una empinada subida para evitar la peligrosa carretera. Esta última ascensión nos lleva hasta una carretera local que serpentea bajo un viaducto de la nacional y, finalmente, nos conduce hasta O Soldón.
Allí, en esta aldea tranquila y silenciosa, finaliza la etapa. Se conserva memoria de una antigua herrería de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, lo que añade un pequeño apunte histórico a este rincón escondido de Galicia.
Una etapa variada y exigente, que mezcla senderos fluviales, historia romana, subidas desafiantes y soledad gallega. Perfecta para quienes buscan el lado más auténtico y menos transitado del Camino de Santiago.
📍 Puntos de interés de la etapa 📍
- 📍O Barco de Valdeorras: Principal localidad del oriente de la provincia de Ourense y punto final de mi segunda etapa del Camino de Invierno. A orillas del río Sil esta villa está rodeada por un paisaje de montañas, viñedos y explotaciones de pizarra combinando el dinamismo de un núcleo urbano con la tranquilidad de un entorno natural privilegiado. O Barco ofrece todos los servicios necesarios para el peregrino: alojamientos, supermercados, restaurantes, farmacias, centro de salud y estación de tren. Es un buen lugar para descansar, abastecerse y disfrutar de una merecida pausa tras una jornada exigente. La zona es conocida por su vino con D.O. Valdeorras, especialmente el Godello blanco y el Mencía tinto. Si pernoctas en O Barco, es buena idea buscar una taberna local y probarlos con alguna tapa de la tierra: empanada, pulpo, lacón o caldos gallegos. O Barco es uno de esos lugares donde el Camino de Invierno se siente más “real”: no solo como ruta espiritual, sino como itinerario humano y cultural. Aquí se cruza el mundo rural con el industrial, lo moderno con lo ancestral, el paso del viajero con el día a día del valle.
- 📍Vilamartín de Valdeorras: Situado en pleno corazón de la comarca de Valdeorras, es un pequeño y tranquilo municipio bañado por el río Sil. Es conocido por su tradición vitivinícola —forma parte de la Denominación de Origen Valdeorras— y por su entorno natural flanqueado por montañas y viñedos. El paseo fluvial de O Bañadoiro, muy cercano al trazado del Camino, ofrece un respiro entre árboles y orillas tranquilas. Aunque no es una localidad grande, cuenta con algunos servicios útiles para el peregrino, como tiendas y bares. Además, su posición intermedia convierte a Vilamartín en un buen punto para descansar antes de continuar hacia A Rúa. Es una de las localidades que mejor representan el paisaje de transición entre el valle del Sil y los montes gallegos.
- 📍Embalse de Santiago / de Valencia do Sil: embalse largo y estrecho, muy fotogénico, flanqueado por el Sil y las vías del tren.
- 📍A Rúa de Valdeorras: Una de las localidades más importantes del Camino de Invierno en la comarca de Valdeorras, tanto por su tamaño como por su historia. Se sitúa en un entorno fluvial privilegiado, junto al embalse de San Martiño, y rodeada de viñedos que forman parte de la D.O. Valdeorras. En el plano patrimonial destaca la iglesia de San Esteban, de origen románico aunque reformada en épocas posteriores, así como varios ejemplos de arquitectura popular del valle. El camino atraviesa la villa de este a oeste, siguiendo en paralelo al Sil. A Rúa ofrece servicios de todo tipo: bares, supermercados, alojamientos y farmacias, por lo que puede ser una buena opción para hacer una pausa más larga o incluso dividir la etapa si se necesita.
- 📍Viñedos en bancales: Muy típicos del valle de Valdeorras, con vistas muy representativas del paisaje gallego de interior.
- 📍Cruz de Os Albaredos: Marca el límite provincial entre Ourense y Lugo, y con ello, el paso a la segunda provincia gallega del Camino de Invierno. Se trata de una cruz de piedra sencilla, ubicada en un pequeño alto rodeado de viñedos y caminos rurales. Este lugar tiene un valor simbólico importante: muchos peregrinos se detienen aquí brevemente para hacer una pausa, sacar una foto o simplemente tomar aire antes de continuar la subida hacia Montefurado. Desde la cruz se pueden disfrutar de buenas vistas del valle del Sil, especialmente al amanecer o en días despejados. Aunque no es un monumento histórico con gran renombre, representa un punto de transición y puede interpretarse como un pequeño “mojón espiritual” del camino. También es un buen lugar para reflexionar sobre lo que se ha recorrido y lo que aún queda por delante.
- 📍Montefurado: Cuyo nombre significa literalmente “monte agujereado”, es una pequeña aldea lucense con un pasado sorprendente. El origen de su nombre y su mayor curiosidad patrimonial se debe al túnel romano excavado en la montaña para desviar el cauce del río Sil y facilitar la extracción de oro en época del emperador Trajano, en el siglo II. Aunque el túnel no está justo sobre el trazado del Camino, merece una pequeña desviación para contemplar esta obra de ingeniería única en Europa. Además de su valor histórico, esta aldea ofrece una estampa muy pintoresca: un caserío agrupado sobre la ladera del río, dominado por la iglesia de San Miguel, de construcción sencilla y rodeada de olivos, higueras y nogales que le dan un aire mediterráneo inusual en Galicia. El paso por Montefurado supone también un respiro después de la subida desde Os Albaredos y marca el inicio de una nueva ascensión hacia la Capela das Farrapas. Es un punto ideal para parar, contemplar el río y sentir el peso de los siglos que recorren este antiguo corredor aurífero.
📍Capela das Farrapas: O Capilla de los Harapos, es una pequeña ermita rural situada a las afueras de Montefurado, en el tramo que asciende hacia Bendilló. Su nombre proviene de una antigua tradición jacobea según la cual los peregrinos se despojaban aquí de sus ropas viejas o «farrapos» como símbolo de purificación, desprendimiento y renovación espiritual antes de continuar su camino hacia Compostela. La capilla, de arquitectura sencilla y modesta, se encuentra en un entorno muy tranquilo, rodeada de naturaleza, y suele pasar desapercibida para quienes no conocen su historia. Aun así, representa uno de los momentos simbólicos más íntimos de esta etapa, especialmente si se camina en silencio o se hace una pausa breve a sus pies. Este tipo de tradiciones conectan al peregrino con siglos de devoción popular y convierten la ruta en una experiencia más profunda. No es raro encontrar una pequeña piedra, una prenda atada a un árbol cercano o algún objeto dejado como ofrenda.
- 📍Viaducto sobre el Sil (O Soldón): A medida que te aproximas al final de la etapa en O Soldón, el camino cruza bajo un imponente viaducto de la carretera nacional que se alza sobre el valle del Sil. Esta estructura moderna, con sus pilares de hormigón elevándose entre montes y riberas, contrasta fuertemente con el entorno rural y con el propio espíritu del Camino. Aunque no es una atracción en el sentido clásico, el viaducto marca un punto visual muy llamativo. Verlo desde abajo, mientras se camina por un sendero estrecho, puede transmitir una sensación de pequeñez y al mismo tiempo de avance: simboliza el cruce entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo lento del peregrino y la velocidad del mundo moderno que corre sobre nuestras cabezas. Para muchos caminantes, este paso bajo el viaducto es como una antesala al reposo: poco después se entra en O Soldón, donde se pone fin a una jornada larga, exigente pero llena de belleza y patrimonio escondido.
- 📍O Soldón: Pequeña aldea que ofrece un entorno muy rural, con un refugio de peregrinos básico o alternativas de alojamiento gestionadas por hospitaleros locales. Es el típico final de etapa donde se valora especialmente la tranquilidad, el contacto con los vecinos y el descanso reparador tras una jornada variada. Se conserva memoria documental de la instalación medieval de la antigua herrería de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.
🧭 Consejos y recomendaciones 🧭
Este ha sido mi cuarto camino de Santiago andando y estas son mis recomendaciones para hacerlo:
Empieza temprano: especialmente en épocas de calor. Sobre todo las rutas que sean largas.
Lleva siempre comida: Llevar algo de comida en la mochila siempre viene bien, porque en este tipo de caminos los servicios pueden ser escasos o incluso no haber ninguno en toda la ruta.
Ropa cómoda y calzado de montaña: hay tramos de subida y zonas pedregosas donde unas buenas botas marcan la diferencia.
Usa una buena mochila : Una buena mochila que no te moleste en los hombros y donde puedas meter todo lo necesario es imprescindible.
A tú ritmo: Haz las paradas que necesites, siempre es bueno parar y disfrutar del paisaje. Seguro que si haces las paradas necesarias disfrutarás más del camino.
🥾 ¿Te animas a recorrer esta ruta?
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